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17 septiembre, 2014

En busca del buen manejo de los residuos electrónicos

Ferrosur, Fundación Loma Negra y la Universidad del Centro (UNICEN) de Olavarría se encuentran trabajando en un proyecto de reciclado responsable de residuos electrónicos con el fin de que el material no recuperable y los componentes contaminantes tengan una disposición final controlada.

 

Ferrosur, Loma Negra y Fundación Loma Negra idearon un proyecto de reciclado responsable de las computadoras en desuso que día a día se acumulan en la organización.  “Todo lo que es considerado material que no puede recuperarse, debe tener un tratamiento final responsable, es decir, pensar en una disposición final controlada”, afirma el Ing. Gustavo Romera, gerente de Excelencia Operacional de Ferrosur.

Partieron de la premisa de que la PC que dejaba de ser útil para la empresa bien podía servir a otros, y con esta idea realizaron una alianza con la Inspectoría de Educación del municipio con el fin de que ellos definieran a qué establecimiento podía servirle a préstamo, con la condición que una vez que pasa a desuso debían devolverlo para darle el tratamiento final adecuado.

El material que no es recuperable irá a un reproceso y los componentes considerados contaminantes, tendrán una disposición controlada. Como se necesita un lugar adecuado para la recepción de los productos, selección, verificación y depósito, se estudió el circuito desde diferentes puntos de vista y se realizó un acuerdo con la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Centro –UNICEN- en el que dos docentes junto a cinco estudiantes becados por la fundación estudian las diferentes problemáticas del caso para darle viabilidad al proyecto de reproceso y tratamiento de equipos electrónicos.

Desde la UNICEN, el profesor Ricardo Mulle, ingeniero en sistemas, coordina la actividad y junto a Romina Baldi, profesora de Análisis Ambiental, asesoran y guían a los alumnos en el proyecto que tiene una duración de 6 meses (20 horas semanales). “A partir de esta iniciativa impulsada por Fundación Loma Negra, pudimos darle un marco a este proyecto y contar con los recursos. Ya estamos en la fase intermedia final, donde se evalúa la parte económica del proyecto”, sintetiza Baldi. Tanto Federico (23) como Martín (25) son dos de los becarios seleccionados para esta investigación y se les nota el entusiasmo cuando relatan su experiencia. “Terminé de cursar y estoy diagramando mi tesis con este proyecto. Si bien la primera fase fue una introducción al tema, mi parte específica consiste en estudiar el proceso químico del reciclado”, especifica Federico, futuro ingeniero químico y convencido de los frutos del trabajo que están realizando.

Por su lado, Martín terminó de cursar la carrera de ingeniería industrial y su especialización será darle una mirada más transversal al proyecto: costos, diseño, etc. Para fines de octubre, este grupo de estudio obtendrá las conclusiones para analizarlo y lanzarlo el próximo año.

Mientras dura la investigación, Fundación Loma Negra se encarga de preparar la mano de obra. “Estamos remodelando un edificio que funcionaba como hospital y lo vamos a convertir en un centro educativo para reparación de computadoras, formando mano de obra a través de un curso de formación profesional para jóvenes de la localidad de Sierras Bayas”, explica Miguel Ángel Caruso, analista de sistemas de Planta Olavarría –Loma Negra.