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23 diciembre, 2014

Generar en un día un gran cambio

Durante la 6ta jornada del Día de Hacer el Bien los voluntarios del CIVICO Cañuelas pudieron elegir entre cuatro opciones bien diferentes que buscaron cambiar las condiciones edilicias de distintas instituciones de Uribelarrea, Vicente Cáceres y Máximo Paz, beneficiando de esta forma a 2422 personas.

En las semanas previas a la jornada del Día de Hacer el Bien, en el Centro de Jubilados y Pensionados “NINA”, de la comunidad de Uribelarrea, se desarrollaron actividades de infraestructura tales como revoques, colocación de cerámicas, cabina de gas, lavado de paredes y pintura exterior de todo el salón. “Cuando llegamos al lugar el proyecto era muy lejano, los abuelos no creían poder verlo terminado, pero lo logramos entre todos”, afirma Diego Ludueña, coordinador SSMA de Recycomb.

Cañuelas - Uribelarrea (1)Durante ese último domingo de ag osto, se realizó la inauguración formal de las mejoras y la bendición del lugar que estuvo a cargo del Padre Juan, de la capilla de Uribelarrea. Además, entre todos los 30 voluntarios de planta y los 120 externos que se sumaron, se disfrutó de un almuerzo y una lotería familiar para continuar recaudando fondos para la institución, que pudo darse el lujo de tener la cocina terminada con los artefactos instalados. Además, Transportes Romano donó una cocina industrial y Transportes ISPRA, el horno pizzero industrial. Mientras todo sucedía, los más chicos pudieron disfrutar jugando en un pelotero. La actividad impactó en un total de 1000 beneficiarios.

Por su lado, la iniciativa de voluntariado en la localidad de Vicente Casares se dividió en tres equipos de trabajo: Cañuelas (1)uno participó pintando el exterior del edificio de la Escuela Secundaria de Vicente Casares Nº 17, con siete voluntarios de la Fundación. Otro equipo, en el que participaron 13 voluntarios, realizó el mantenimiento de los juegos de la Plaza Belgrano situada en dicha localidad, y otros 16 voluntarios de Fundación Loma Negra fueron al Hogar Santa María del Rosario a realizar trabajos de infraestructura. Ahí pintaron el salón de reunión y los dormitorios, cambiaron puertas y artefactos, arreglaron la instalación eléctrica y luminarias del taller de panadería y, con la instalación de una membrana especial, solucionaron el problema del agua que se filtraba por el techo del lavadero. “No es sólo un día de fiesta, sino también festejar el compromiso asumido”, señala Sonia Castro, administradora del Hogar Santa María del Rosario, que sólo tiene palabras de agradecimiento para los voluntarios. En el hogar hay 17 jóvenes con capacidades diferentes y un taller de panadería como fuente de ingreso. “Desde prepizzas, pan, bizcochos o tortas fritas, lo que pidan. ¡Hacemos hasta fideos!”, se ríe Sonia. Hace tres años que Cristian Porte Petit, operador de Laboratorio en Lomaser, elige ir al Hogar durante la jornada del Día de Hacer el Bien, con lo cual ya se siente un amigo de la institución. “Es muy reconfortante pasar por el lugar y sentir que hicimos algo que pudo mejorar la calidad de vida de esos chicos y al mismo tiempo sentir que hicimos algo que mejoró nuestra calidad de vida, porque lo vivido esos días nos van a quedar para siempre”, sintetiza el voluntario.

Para el cierre, todos los voluntarios se trasladaron a la Escuela Especial Nº 502 de Máximo Paz. “Estamos realizando un convenio con el INTI para generar una panadería en este lugar y que los chicos tengan su fuente de trabajo”, destaca Paulo Ortiz, quien coordinó la jornada solidaria en Cañuelas. Por eso eligieron festejar allí un almuerzo con panchos, acompañados con música por un grupo de folklore y con la visita de un mago, que sorprendió a todos. Hasta se le festejó el cumpleaños de 15 a una de las chicas del hogar, con vestido, torta y regalos.

Así, la jornada del Día de Hacer el Bien en Cañuelas dejó como resultado un gran involucramiento tanto de voluntarios internos -63- como externos -111- y un total de 1422 beneficiarios.