Novedades

¡COMPARTILO!

Institucional - Programa Puente
14 marzo, 2019

Medir el impacto

Se realizó un estudio para determinar los beneficios del Programa Puente en los jóvenes participantes. El 70% indicó que el programa le sirvió para preparar su entrevista laboral.

Entre 2016 y 2017 el Programa Puente acompañó a 2.869 alumnos que participaron de talleres y cursos en 24 escuelas, todas cercanas a las plantas de InterCement. Para relevar la situación académica y laboral de los beneficiarios del programa se realizó un informe situacional que responde a los intereses de la Fundación Loma Negra y la Asociación Conciencia (los responsables de la iniciativa) a fin de contar con indicadores que permitan verificar los efectos del programa en los jóvenes de las escuelas participantes.

“Desconocíamos el nivel de aceptación que iba a tener la encuesta, pero podemos asegurar que el relevamiento fue muy exitoso: los 264 egresados encuestados se mostraron predispuestos a contar su situación personal y estaban muy contentos de que alguien se preocupe por ellos de esta manera, incluso luego de finalizar sus estudios secundarios”, detalla Federico Ferro, asesor del equipo de consultoría de Asociación Conciencia.

El Programa Puente intenta reforzar el contenido curricular asignado para que el paso de la secundaria a la universidad o al trabajo, no sea un cambio brusco y para evitar que los jóvenes se queden sin estudios o empleo. Los resultados sobre inserción laboral de este primer relevamiento demuestran la alta dificultad de los egresados para acceder al mercado laboral. El 28% de los egresados de las escuelas medias y técnicas relevados sólo trabaja, mientras que el gran porcentaje de jóvenes que no estudia ni trabaja constituye una señal de alarma.

“Una de las mayores preocupaciones es el alto porcentaje de los comúnmente denominados “ni-ni” (jóvenes que ni estudian ni trabajan) y la realidad es que el valor que nos da es alto, y para los egresados de la escuela técnica es mucho más alto de lo que indican las encuestas oficiales”, sugirió Ferro. En la muestra, el porcentaje de ni-ni alcanza 18,5, sin diferencias entre egresados de escuelas técnicas y de escuelas secundarias, mientras que según datos oficiales los ni-ni alcanzan sólo el 7%. A un año y medio de finalizados los estudios técnicos, dos tercios de los egresados del Programa Puente en 2016 estudian (67%) y solo el 28% trabaja.

En este informe de caracterización de egresados se puso en marcha un sistema de seguimiento de trayectoria académica y laboral que posibilitará medir el impacto del Programa Puente en los beneficiarios a mediano y largo plazo. Este primer paso permitió validar la encuesta de caracterización como herramienta útil y pertinente para recolectar la información de manera rápida.

Para Ferro, uno de los aspectos más positivos del Programa Puente es que del total de egresados de las escuelas técnicas que trabajan, un 65% lo hace en un área afín a su especialidad. Además, destacó que “la valoración sobre el programa es altamente positiva ya que el 70% de los que tuvieron una entrevista laboral dicen que el programa les sirvió para prepararla”.

En cuanto a los resultados sobre la continuidad de estudios superiores, el 63% de los encuestados estudia en la universidad, en un terciario o bien realiza un curso; y se destaca que el 64% de éstos pertenecen a la primera generación de universitarios en sus familias.

 

Para el futuro

Asimismo, confirmaron que a partir de 2019 comienzan a medir el conocimiento concreto, ya que van a tener conformada la primera cohorte evaluada de otra forma. Se va a hacer el mismo relevamiento de nuevo de agosto 2018 a 2019 para comparar año a año y ver la evolución de la iniciativa. “Cuanto más sabemos sobre las posibilidades laborales y educativas en la región, será más fácil conseguir resultados concretos y medibles – explica Ferro-. Algunas cosas las sabemos, como la diferencia de resultados entre el conurbano bonaerense y la ciudad, donde la repitencia y la terminalidad de los estudios marca una desigualdad amplia, pero es conveniente medir otros aspectos más de cerca, como la diferencia entre la escuela técnica y la secundaria media, y las dificultades para ingresar al mercado laboral o a la universidad”.

El tema género y el arraigo de los jóvenes en sus localidades son otros de los aspectos a considerar en el futuro. En las escuelas técnicas donde se implementa el Programa Puente hay un 65% de varones, mientras que en las escuelas secundarias son el 60% de la población estudiantil. Ferro considera que “las mujeres están desfavorecidas, y más aún cuando se llega al ámbito laboral”, para él, son “un grupo vulnerable” que se debe comenzar a fortalecer.

Otro desafío está en reforzar el arraigo de los jóvenes que viven en localidades pequeñas, como las de San Juan o Zapala (Neuquén), donde en general optan por irse una vez que terminan los estudios. “Hay que empezar a crear una red de contención laboral para que no se vayan de las ciudades más chicas, y ya que en esas localidades la empresa Loma Negra es un referente que puede generar una red entre todas las empresas de la zona, los más jóvenes pueden tener buenas oportunidades allí”, concluye.