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Programa Raíces
1 noviembre, 2018

De la teoría a la práctica

Fundación Loma Negra y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial acompañan a tres emprendedores de Barker y Villa Cacique con el fin de potenciar sus negocios familiares.

Con el objetivo de fomentar el emprendedorismo, la Fundación Loma Negra y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), llevan adelante capacitaciones para tres emprendimientos de las localidades bonaerenses de Barker y Villa Cacique, partido de Benito Juárez. A partir de esta iniciativa, profesionales del INTI acompañan a los emprendedores para detectar oportunidades de mejoras y potencialidades de sus negocios familiares al mismo tiempo que les brindarán las herramientas necesarias para evolucionar y ayudarlos a desarrollar emprendimientos más sustentables.

“Este proyecto es una de las claves para generar aliados estratégicos que puedan desarrollar sus capacidades al máximo en Barker. Además, la riqueza de esta iniciativa radica en que se basa en asistencia, capacitación y un proceso de crecimiento de los emprendedores”, explica Agustina Rubio, licenciada en administración de empresas y una de las profesionales del equipo de Tecnología de los Alimentos, de la Unidad de Extensión Tandil del INTI. Asimismo, destaca el hecho del aprendizaje mutuo que se da al establecerse un intercambio de ida y vuelta. “Nosotros brindamos las herramientas pero en conjunto las vamos implementando. Buscamos entre todos el cómo y el cuándo lo llevamos adelante”, detalla.

La primera etapa de esta iniciativa, que se enmarca dentro del Programa de Negocios Inclusivos de Fundación Loma Negra, consistió en la visita y evaluación de seis emprendedores por parte de los profesionales del INTI. Los tres elegidos corresponden a distintos rubros: alimenticio, servicio de mantenimiento y elaboración de artesanías y son el puntapié inicial que sumará a futuro nuevos emprendimientos.

El Restaurante Olivia es uno de los beneficiados por el programa que, con más de tres años en Villa Cacique, a 60 kilómetros de Tandil, busca incorporar una nueva faceta a su ya conocida oferta gastronómica. Este año añadieron viandas saludables para los empleados de empresas y fábricas de la zona. Anabela Sequeira se encarga del área administrativa del restaurante Olivia y asegura que a la hora de facturar sin errores, todas las recomendaciones y teoría aplicada de las profesionales del INTI “han sido de gran valor, ya que nos enseñaron a manejar software que agiliza los tiempos y reduce los márgenes de error”.

Desde recetarios internos para los que trabajan en la cocina clasificando los alimentos hasta controladores de todos los productos que llevan los proveedores, tanto los espacios de la cocina como el área administrativa están funcionando de manera más eficiente en el restaurante Olivia.

La iniciativa surge como una manera de brindar herramientas que mejoren los hábitos y potencien los emprendimientos. En este sentido, los resultados fueron muy buenos y los emprendedores coinciden en que “la diferencia se siente”.

 

Uno de los emprendimientos más desarrollados en la zona es el de Collazo, una empresa que brinda servicios de mantenimiento a las industrias y emplea a 13 personas de manera directa. Hace varios años se convirtió en uno de los proveedores de la Planta Barker de Loma Negra, realizando trabajos de mantenimiento de equipos móviles, vehículos de planta y maquinaria, al igual que mantenimiento de plantas depuradoras, bombas y servicio eléctrico y mecánico.

“Antes teníamos problemas de organización del personal, de ingresos y de gastos de la empresa, ya que todo se guardaba por separado y se perdían los registros. Además, la comunicación intra operacional era difícil dado que había varios canales, todos descentralizados”, detalla Natalia Rolón, asistente administrativa de Callozo. A la hora de destacar los puntos más importantes de participar de esta iniciativa no duda en mencionar la incorporación de procesos que les permitieron controlar ingresos y egresos de la empresa como también planillas para el control de horario de los empleados, entre otras.

Uno de los objetivos más fuertes del programa es que se trabaja en los puntos estratégicos para pasar de ser emprendedores familiares a pensar como empresas que planifican con una estructura más grande. “Realmente es un paso más en materia de emprendedorismo. Es un programa “ad hoc” para cada uno, por eso la elección era clave. Necesitábamos emprendedores de mucho corazón, compromiso, abiertos a las propuestas. Será un antes y un después para todos”, enfatiza Rubio.